La primera de las claves, es comprar la ropa de cuero un talle más grande que el que habitualmente usted viste, ya que este tipo de material nunca se ensancha, por lo que con el tiempo podría quedarle chico. Esto es particularmente importante con los pantalones de mujeres.
Luego, esté bien al tanto de cómo lavar correctamente su prenda de cuero, para evitar que la misma se encoja.
Además, evite exponer la ropa de cuero a la lluvia, cubriéndola o directamente guardándola si el agua la sorprende. En el caso de que la prenda se haya mojada, séquela en un ambiente natural, y no al calor directo.
Guarde siempre las prendas en un lugar fresco, pero nunca las mantenga en bolsas plásticas. Sin embargo, sí será necesario que aplique una protección para el polvo, especialmente sobre los hombros.
Es muy importante que recuerde mantener la superficie de la ropa de cuero libre de polvo, ya que el mismo podría agrietar el material. Para esto, utilice una esponja bien seca.
Cuando utilice sacos de cuero, intente en lo posible llevar una bufanda alrededor del cuello, para evitar que el cuello de los mismos se manchen con el aceite de la piel.
Por más exquisito que le resulte, nunca ponga perfume en una prenda de vestir hecha a base de cuero, ni siquiera en el forro, ya que se arriesgará a que el mismo se agriete.
Por ultimo, jamás pinche la prenda con elementos punzantes (pins, joyas, flores, etc.), ya que el agujero quedará para siempre
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